miércoles, 29 de junio de 2011

Destinatario, Cuento por B. Miosi


 Y aquí estoy, sentada sobre la cama desarreglada por enésima vez el día de hoy. No me puedo quejar, el día ha sido bueno. Que escriba una carta decía el periódico; que escriba una carta y la envíe al concurso “Cartas de Amor”… ¿Yo? ¿Escribir ahora? No. Ha pasado el tiempo, y no en vano. Ya no puedo tomar la pluma entre los dedos y dejar que corra mi imaginación, como cuando escribía a mi amor. Ahora todo es diferente. Siento frío en el alma, si es que aún la tengo y no se ha escapado con tantos suspiros que debo fingir. Pero he de apurarme, la cama está deshecha y aún falta el último cliente.

      Tengo un cuerpo sobre el mío, mientras mi mente vaga por los interminables recovecos del pasado desde que leí el maldito aviso en el diario. Sí. Te escribiré una carta, te la enviaré en pensamiento y te preguntaré por qué, si me amas tanto, dejaste que muriera mi vida. Por qué no me escuchaste cuando mi hijo era asesinado en mi vientre… por qué dejaste que yo amase a un desgraciado. Por qué me pusiste en el mundo. Te diré que no espero ya nada de ti, que sólo espero a que… Esta es la peor parte de todas, debo hacer tiempo hasta que termine de jadear como un ahogado en la orilla. No me puedo concentrar. «Bien, gracias, hasta nunca. Bien, bien, a mí también me gustó, adiós…».

      Hoy iré frente al mar y respiraré aire fresco, miraré al cielo buscándote, exhalaré con fuerza y te enviaré mi carta. O tal vez te la lleve yo misma, O quizás encuentre a Alfonsina y le pida que lo haga por mí.

B. Miosi

lunes, 27 de junio de 2011

Dos nuevas portadas para mis novelas

Como adelanté en una entrada anterior, mis novelas EL LEGADO y DIMITRI GALUNOV serán publicadas en la plataforma digital 24symbols.  Aquí les dejo las portadas:










Una lucha contra el destino a lo largo de tres generaciones, iniciada por Erik Hanussen, el consejero de Hitler.









La voz que escuchaba Dimitri desde su nacimiento era normal para él... hasta que se dio cuenta que era diferente a los demás.











Ambas portadas fueron diseñadas por Miguel Ángel López, nuestro querido Mián Ros, mi agradecimiento, amigo, eres un artista.

viernes, 24 de junio de 2011

24 symbols: libros electrónicos a la carta

Sus promotores lo definen «como un punto de encuentro entre usuarios, editoriales y anunciantes». ¿Las novedades? Es gratis para el lector, es una fuente de ingresos para el editor (a través de la publicidad y las suscripciones) y, para tranquilidad de los autores, evita la posibilidad de copia ilegal.


Un proyecto con sabor cántabro
Al frente de 24symbols está el informático Aitor Grandes, quien hasta hace un año residía en Loredo y ejercía como asesor de la Dirección General de Desarrollo Tecnológica del Gobierno de Cantabria (DGDIT), hasta que se trasladó a Madrid, para empezar con el proyecto en mayo de este año. Sus socios en esta aventura son Ángel Luengo, David Sánchez y Justo Hidalgo. Al equipo hay que sumar dos nuevos ingenieros recientemente contratados, y varios colaboradores free-lance para las tareas de diseño y asesoramiento editorial. Y nos encontramos con otro cántabro en la parte financiera de la aventura: David Cantolla, el creador de 'Pocoyó', la exitosa serie de dibujos animados, y de Zinkia Entertainment y otras muchas empresas de éxito. Cantolla es uno de los cuatro socios de Sidkap, la firma inversora que apuesta por esta plataforma, dentro de lo que los especialistas definen como 'capital semilla'.

El Spotify de los libros
Con la divisa 'Lee y Comparte', 24symbols se presenta como un software para leer y compartir libros digitales, que funcionará en cualquier lector de ebooks con conexión a Internet y «que permitirá a cualquier usuario disponer de un catálogo internacional y multi-editorial de contenido de calidad».
Para explicar mejor su funcionamiento, Aitor Grandes lo compara con Spotify, la plataforma de suscripción musical: igual que el usuario accede a la música mediante streaming, sin necesidad de descargar nada, el lector tendrá a su disposición, mediante su dispositivo de lectura, todos los libros disponibles, que podrá leer íntegramente en su pantalla.
Como en Spotify, habrá también dos modalidades de suscripción: gratuita y premium. Este modelo 'freemium' permite que, en la modalidad free, se puedan leer gratis los libros -aunque, a cambio, se reciba publicidad-, pero sólo cuando se disponga de conexión a internet, mientras que en la de pago es posible la lectura offline y sin anuncios, con una cuota mensual que estiman no alcanzará los diez euros.

Así, los usuarios podrán acceder, a través del ordenador, su ebook o incluso su móvil, al listado de libros disponibles, hojear las reseñas, valorarlos y recomendarlos a otros usuarios. Todo ello sin complicaciones para el profano, pues es accesible desde cualquier navegador, al utilizar tecnología web convencional. Y, respecto a qué encontrará el lector, no sólo se ofrecerá literatura, sino también obras de referencia, manuales y, lo que resulta más novedoso, pretenden ofrecer manuales de usuario de productos de consumo.

Leer sin descargar
El ejemplo de la industria musical y el mp3 sirve también a Aitor Grandes para explicar la gran ventaja comercial de 24symbols: «Pensemos en el último libro de Ken Follet, por ejemplo. La edición en papel son más de mil páginas y cuesta veinticinco euros. Pero, además, se trata de una trilogía, lo que no sólo significa que me va a costar setenta y cinco euros, sino que serán tres volúmenes que no me van a caber en la estantería. Y podría optar por comprar la edición digital, pero cuesta dieciséis euros; los ebooks son carísimos porque ahora el sesenta por ciento se lo lleva el distribuidor. Si resulta que el mismo libro está disponible en las redes p2p ¿realmente la gente va a pagar tanto o va a piratearlo? Estoy convencido de que, si lo ofreces de modo económico, la gente no va a recurrir a las descargas ilegales, porque con nuestro sistema resulta hasta más sencillo acceder al libro».

Piratería
Pero, ¿cómo impide este sistema la piratería? La idea es, en lugar de levantar barreras y diseñar costosos mecanismos de protección, como los DRM y demás intentonas que terminan por convertirse en retos para hackers, esta plataforma simplemente evita la copia porque no existe un documento que se transmita, sino que el lector visualiza en su pantalla las páginas, pero sin almacenar el libro, que no es descargado en ningún momento.

Editores
La cuestión, ahora mismo, es dotar de contenido al sistema. Desde hace semanas, 24symbols está negociando con editores para recibir los libros que pronto estarán a disposición de sus suscriptores. Una tarea lenta y ardua, pues como apunta Grandes «la venta se organiza mucho más rápido que los sistemas de suscripción: Spotify tardó en aparecer cinco años más que iTunes», mientras recuerda que el Kindle o el Books de Apple son todavía realidades muy recientes, «pero que no se engañen los editores: aún no ha llegado la gran ofensiva de los dispositivos lectores. El iPad ha demostrado que las pantallas de los tablets son tan cómodas o más que la tinta digital, y cuando se inunde el mercado de lectores, la piratería se extenderá tanto como ocurrió con los mp3». Para estar preparado, 24symbols ofrece a las editoriales no sólo acuerdos de distribución, sino incluso incorporarse como inversores, al igual que sucede con Spotify, cuyas acciones están en buena parte en manos de compañías discográficas.

¿Y los autores?
24symbols no se plantea como una plataforma promocional de nuevos valores, ni como una conexión directa entre autores y público, sino que apuesta por la mediación editorial, pues su pretensión es «ofrecer un fondo de calidad contrastada, y esa labor ya la realizan las editoriales, y muy bien». Así pues, no estarán disponibles obras de autor-editor, porque «no somos un sistema alternativo de publicación, que es lo que ofrecían hasta ahora otras plataformas de libros», aclara Grandes.

Nota de Blanca Miosi: Aquí creo necesario hacer una aclaratoria. Si acceden a la página, encontrarán en la parte de abajo, a la derecha, un DOC con el modelo de contrato para agentes/autores, en el cual se entiende que los autores directamente también pueden contratar los servicios de 24symbols, siempre y cuando hayan tenido cierta trayectoria como haber ganado algún premio literario, entrevistas y publicaciones que hayan tenido relativo éxito y por supuesto, calidad, porque ellos no son co-editores, es decir, no revisan ni corrigen textos. (Esto último lo sé porque David Sánchez, vocero de la empresa, me lo dijo directamente)
El material se debe enviar con el diseño de la portada, pues ellos publicarán todas las obras con una portada estándar a menos que el trato se haga directamente con las editoriales. Y algo que me parece importante y que le dará al autor libertad de movimiento para seguir presentando su obra a agentes y editoriales es que 24symbols no tendrá la exclusividad del material presentado.  http://www.24symbols.com/

La competencia
A primera vista, los competidores de este proyecto serían Google y su portal de libros, Google Books. También allí es posible acceder y leer un gran número de obras, aunque muchas de ellas sólo se pueden consultar fragmentos. Y, como no, también la gran amenaza para todo el sector, el futuro Google Edition.

Sin embargo, la filosofía de ambas plataformas es muy distinta de la de 24symbols: mientras Google piensa en vender contenidos -bien el libro físicamente, bien libros digitales, o bien el acceso a determinadas páginas-, este nuevo proyecto se aleja de ese esquema comercial clásico de venta, que no se diferencia demasiado de lo que ya hace Amazon o el funcionamiento de iTunes; el sistema que propone Grandes se inspira directamente en las redes sociales y procesos de intercambio más actuales y más del gusto del consumidor actual, para el que 'gratis' es una palabra talismán, y que a menudo no distingue demasiado los límites de lo legal, en cuanto a contenidos digitales se refiere.

Interés desatado
Desde que hace unos días se difundiera la noticia de esta nueva plataforma, las muestras de interés están desbordando a los responsables del proyecto. Primero, la novedad corrió por las redes sociales -especialmente, en Twitter- y medios digitales como Papel En Blanco, pero también medios convencionales como CNN+ o el diario Expansión les han dedicado páginas y minutos. Por el momento, todavía no han abierto las suscripciones ni la lista de betatesters, pero se pueden seguir todas las novedades del proyecto a través de su blog.

Fuente:

Este artículo fue publicado hace ocho meses.  En la actualidad el proyecto ya es una página web que está en funcionamiento en forma beta.  Su lanzamiento definitivo será a partir del 30 de junio de 2011 y dos de mis novelas: EL LEGADO y DIMITRI GALUNOV, esta última inédita, serán digitalizadas y publicadas en esa plataforma, a través de mi agencia literaria.


B. Miosi


miércoles, 22 de junio de 2011

La palabra más linda del idioma español



Querétaro” fue elegida la palabra más linda del idioma español

¿A que no saben qué es Querétaro? Para quienes no vivimos en México, es una palabra con un extraño sonido; para los oriundos del país de los charros, Querétaro es el nombre de una ciudad mexicana,  su particularidad es que no existe en el diccionario de la Real Academia Española y proviene de las lenguas precolombinas.  No se sabe el origen del término, en realidad, pero fue elegida entre 35 palabras como la palabra favorita en español. En la votación participaron 33.000 internautas. http://www.eldiae.es/

Quienes propusieron palabras fueron figuras conocidas en el mundo artístico e intelectual, como Shakira, Juan Luis Guerra, Chayanne, Pau Gasol, Vicente del Bosque, Antonio Skármeta, Isabel allende, Mario Vargas Llosa, entre otros.

Otras palabras que obtuvieron gran votación fueron: «libertad», «sueño», «verdad» y «gracias».

¿Y sabían ustedes que en el mundo más de 500 millones de personas hablan español? Y se estima que para 2050 Estados Unidos será el país con más cantidad de hispanohablantes; China cuenta actualmente con veinte mil personas que hablan nuestro idioma.  El Instituto Cervantes de Pekín duplica cada año desde 2006 la participación de alumnos en sus clases.

Otro dato:

Queda confirmado por esta servidora que el país que más lee en hispanoamérica es México. Lo digo porque según los informes de la editorial, mi novela EL LEGADO de la cual se editaron siete mil ejemplares, según me enteré apenas ayer, el país de este continente donde más se vendió fue México, seguido por Argentina, Chile, Uruguay y Perú. 

martes, 21 de junio de 2011

No apto para escritores

Pues sí. Tengo que escribir un cuento corto para el concurso y no tengo ni una puñetera idea de lo que voy a contar. Creo que después de todos los malos cuentos que he escrito antes haciéndome pasar por intelectual, se me escurrió el cerebro. Delante de mis amistades debo aguantar las preguntas con ánimo de cachondeo: “¿Y cómo va lo de la escritura?” . Joder. ¿Quién me mandó decir a todo el mundo que yo escribía? Me hubiera conformado con mi diario. Pero claro, a nadie le iba a importar si yo me levantaba una mañana creyéndome un canario, o si había tomado la decisión de ir al gimnasio a las seis. Y yo lo que más anhelo en la vida es ser un famoso escritor.

Y ahora resulta que debo contar un cuento en menos de mil quinientas palabras. Hasta las tengo que contar, y encima, no poner mi nombre sino un seudónimo, yo, que quiero hacer célebre el apellido de mi abuela. ¿Quién me mandó meterme en el foro de escritores? Día a día tengo que soportar la idea de que lo que cuelgue sea leído, y sólo veo como respuesta a mis afiebrados impulsos narrativos una que otra palmadita en la espalda: “Vas bien, chaval...” “Te felicito, eso estuvo buenísimo” o “De veras me hizo pensar”. No entiendo qué coño hago en este foro. Todos lo hacen mejor que yo, ¿A quién trato de engañar? Máximo diez leídas y mi cuento queda detrás de los demás, parece que se hubiesen puesto de acuerdo.

Me metí en una cuenta de Internet ABA que me permite una navegación de 10,0 Mbps, que quién sabe que mollejas sea, pero que me cuesta un ojo de la cara y parte del otro. Me meto en Google tratando de conseguir información y a pesar de todo lo que encuentro, lo tengo todo revuelto como si estuviera ayudando a cocinar a mi abuela su salsa para espaguetis de albahaca, mezclada con carne a la tártara. “¡Mijo, no mezcles la carne con el huevo!”, solía decir.

Mi abuela era un relajo. Ayer vi las fotos de su entierro y sentí que ella moría otra vez a pesar de haber sido hace más de un año. Yo no fui al velorio, hace tiempo que vivo en tierras lejanas, soy un extranjero en tierra ajena. También soy redundante. Busco lo que no se me perdió, la única que creía en mí era ella. Decía: “Mijo, el que quiere llegar llega, vaya y coja mundo, que es usted joven, aproveche la vida para que no termine como yo, vieja y sin haber salido de este pueblo”.

La escuché y lo primero que hice fue venir a Venezuela. La tierra del petróleo y las mujeres bellas, lindas playas y sol todo el año. Conseguí trabajo en un tris. Era vendedor de libros y parecía que a todos les gustaba leer, porque el catálogo del Círculo de Lectores lo tenía todo pintarrajeado, empecé a entusiasmarme por la escritura, parecía que eso impresionaba a las chamas, y la verdad, no parecía hacerlo tan mal. Asistí a unos cuantos bautizos de libros para darme ánimos y hacerme creer a mí mismo que era un intelectual, pero en aquellos sitios lo único que conseguía era gente que se paseaba de un lado a otro con el cuello estirado, como buscando a alguien que aún no había llegado. Eso sí, se servían buenos tragos y bocadillos. Empecé a reconocer a varios que coincidían conmigo en los mismos eventos, y llegué a sospechar que me miraban sin ninguna simpatía, porque a pesar de reconocerlos, no soltaban prenda. Creo que era una mafia, o para ser escritor hay que tener percepción extrasensorial, tanto para que lo saluden a uno, como para que lo lean.

Con el tiempo me di cuenta que ellos estaban en la misma onda que yo. Tratando de entrar a un mundo tan inaccesible que si no vas de la mano de Vargas Llosa no se enteran de que existes. Yo podía tomarme todo el vino y comer todos los tentempiés de la bandeja; escuchar los parlamentos de los presentadores, los agradecimientos de los autores del libro en cuestión, y hacer una fila en busca de la firma de un escritor que había publicado recientemente una novela de cómo se fornicaba en un burdel, gastarme parte de mi última quincena en ese gazapo y, ni aún así, ser uno de ellos.


Después de todo, ¿quiénes eran ellos? Simple: parecían tener el don de escribir una línea con el debido sentido lírico aunque estuviesen hablando de las coles de Bruselas. Ni más ni menos. Pero lo último fue lo que derramó el vaso. Debí decir: fue la gota que derramó el vaso, pero es que estoy mosqueado.

Después de más de media hora de pie con unos zapatos que me traían el diablo, llegué donde estaba Laura Restrepo. Su obra: Delirios. Ganadora del premio Alfaguara, al que por cierto, yo también me presenté con la que creía era mi obra maestra: “Los corchetes de mi abuela”. Retomo. Cuando finalmente llegué hasta Laura, ella me miró con aquella forma muy suya, muy bonita ella, cualidad que todos siempre alaban, y con estilo:
—¿Cómo te llamas? —preguntó como si realmente le interesara.
—Julio Cuevas —dije con cara de gilipollas, porque debí verme así, como ahora veo a los que hacen filas tras lo mismo.
—Para Julio, con cariño... 
—Un momento —interrumpí—: ¿Podría darme el teléfono de su agente?
—¿Mi agente? —preguntó, con la sorpresa reflejada en el rostro.
—Sí... —dije yo, sintiéndome estúpido—. Es que necesito un agente. Me presenté al concurso y no gané.
—¿Ni siquiera quedaste de finalista? —me preguntó la muy perversa, con su tono mofletudo.
—No. —Esta vez me sentí realmente como un tarado. Mira que ir allí casi a reclamarle que ella me había robado el premio.
—Vamos a ayudar a este chico —dijo ella modosita—. Este es mi agente, te puse su número de fax: Thomas Colchie.
Yo estaba en la gloria. Había valido la pena, le di un beso y todavía me quedó valor para agregar: —¿Me puede poner su correo electrónico?
—¡Ah claro! —dijo ella sonriendo— para que me des tu opinión de mi novela.

En este punto no sabía si sentirme halagado. Esa noche inolvidable regresé caminando sobre nubes al cuarto que tengo arrendado. En plena madrugada mandé un fax al dichoso Thomas Colchie. Soy el mejor escritor del mundo, mejor que Danny Brown. Recuerdo que escribí. Sólo necesito un buen agente, uno como usted, que me valore y que se atreva a representar a un desconocido. Le mandé tres faxes. Nunca obtuve respuesta. Escribí entonces un hermoso correo electrónico a Laura Restrepo después de haberme volado su libro en dos días. Silencio absoluto. Y no era que me lo hubieran devuelto porque eso se sabe cuando te aparece un aviso de error-delivery y esas vainas. Nada, que la vieja ni recordaría quién soy, además, debía tener filtros anti-spam. Al diablo con sus delirios, escrito según los sabios, en primera, segunda y tercera persona, todos al mismo tiempo. No entendí un carajo. Decididamente no estoy para concursos, no sirvo para esto de la escritura, menos para escribir algo en mil quinientas palabras.

Creo que me dedicaré a hacer arepas con queso guayanés, que son las que más se venden, mientras, esperaré a que alguien que entienda de buena literatura, decida publicar “Los corchetes de mi abuela”. Alguna de las doscientos cincuenta y siete editoriales me tendrá que contestar. El que persevera, alcanza.

B. Miosi

sábado, 18 de junio de 2011

Alejandro Salgado Sevilla, opinión de un lector de "El legado, la hija de Hitler"




Blanca, acabo de terminar de leer "El Legado. La hija de Hitler" ¡¡Fascinante!! ¡Desde el principio hasta el final! Es la primera palabra que me ha venido a la mente justo al cerrar el libro después de leer la última página de tu novela. ¡Con cuánta elegancia vas relatando la historia; y qué dominio para llevar la trama hasta su destino final! Tenía ganas de leer algo bueno y con tu ingeniosa y cuidada narración, por fin, lo he conseguido. ¡Gracias de nuevo, Blanca!
Tu amigo y gran admirador
Alejandro
.


http://www.facebook.com/profile.php?id=1343407455
http://www.facebook.com/alejandro.salgadosevilla


Y esta foto que ven aquí me la acaba de dejar en Facebook Isabel Trujillano, un regalo para su esposo en el Día del Padre, ¡Gracias Isabel!
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jueves, 9 de junio de 2011

Lo bueno y lo malo del Blog y del Facebook


Hace un tiempo hice una entrada similar, pero apenas empezaba mi experiencia “bloggera”.  Hoy algunas de esas ideas persisten, otras han cambiado de manera radical y puedo decir que tener un blog más que un sitio para autopromocionarme, como en un comienzo me pareció que debería ser, es hoy por hoy un agradable lugar de encuentro entre amigos que a lo largo de este par de años se han convertido en visitantes frecuentes.  También es cierto que a muchos me los vuelvo a encontrar en Facebook, y no les queda más remedio que leer mi última entrada al blog a través de ese portal. 

¿Cuál es la diferencia entre un blog y Facebook?

Creo que la inmediatez.  Esto como primer punto.  Pues cuando estás escribiendo un comentario en Facebook salta una ventanilla emergente diciéndote: «Fulano ha dejado un comentario en tu muro». Muro es el lugar donde aparece nuestra foto, (generalmente la mejor que encontramos en el archivo para que las demás mueran de envidia) y algunos datos personales, aunque hay quienes gustan colocar hasta de qué murió su último cachorro.  O también puede que mientras estás leyendo un comentario en el muro de otra persona vuelva a salir la susodicha ventanilla y te diga: «A fulano le gusta lo que pusiste y tal…»

También tiene algunos inconvenientes: Que puedan dejar vídeos o enlaces que no tienen nada que ver con la línea que acostumbras tratar, en mi caso el de la literatura.  ¿Qué me podría importar cómo se cocinó el sancocho de Pepa la gorda?  Y más cuando te inundan de fotos de gente que ni conoces ni quisieras conocer.  Claro que hay excepciones, hay amigos cuyos muros son deliciosos porque siempre encuentras un buen chiste, de esos que te alegran el día.  O un vídeo de una ópera que hacía tiempo no escuchabas, o alguna noticia relacionada con algo que te interese.

El blog, por otro lado, podría decir que es más personal.  Es como más intimista. Claro que según la RAE significa: 2. adj. Dicho de un escritor: Que expresa literariamente rasgos, emociones, situaciones, etc., de la vida íntima o familiar. U. t. c. s. No es de esas intimidades de con quién pasaste la noche del último sábado, o en qué pensabas mientras hacías el amor con tu mujer. No, no, no NO.  Cuando hablo de intimidad me refiero a íntimo. Aunque en Cuba, según la RAE signifique en su quinta acepción: compresa higiénica; estos de la Real Academia le quitan la inspiración a cualquiera, sinceramente.

Y los blogs que me agradan son los que cuentan algo interesante, los que no son repetitivos, los que me enseñan, me informan, y no se limitan al autobombo.  Claro que siendo un lugar de promoción es lógico que de vez en cuando aparezca una gran noticia de algún logro,  pero básicamente va mezclada con un tema que acompaña, que compagina perfectamente con la noticia.  Un ejemplo: me gusta el blog de Blas Malo, no sé cómo lo hace, pero siempre sus entradas son aleccionadoras, aunque al final se trate de que terminó un nuevo capítulo de la reciente novela que está escribiendo.

También me gustan los blogs que cuentan experiencias literarias, los que me hablan de libros sin catalogarlos para dejarme la opción de opinar por mí misma si es bueno o es malo.  Los blogs en los que de vez en cuando pueda leer algo que escribió el autor, es decir, el propietario del blog, para hacerme una idea de quién es, cuál es su estilo…

Los que menos me gustan son los que son de fondo negro.  ¡Y las letras son rojas o moradas!  No puedo leer nada.  Será muy misterioso, tendrá el ambiente de ultratumba que se le quiere dar, pero en la práctica es sumamente cansado leer sobre negro.  ¿Y qué me dicen de aquellos donde la entrada dura cuatro o cinco semanas?  ¡Así no se puede!  ¿O los que tienen tantas en un día que no hay tiempo suficiente para leer todo?  «Ni tan calvo ni con dos pelucas», como dicen por aquí.
Hay ciertos blogs especializados.  Me refiero a los que hablan de Historia.  Son mis preferidos.  ¡De las cosas que una se entera! Son inspiradores y algunas de mis novelas surgieron de estos blogs que se dan a la tarea de culturizarnos, de meternos en  los momentos vividos por los antiguos habitantes del Mundo.

Con respecto a los comentarios,  hay de todo.  Unos cuyo valor es tal que hasta se podrían enmarcar y colgarlos como recordatorio.  Otros que son por cumplir, como decir: «ya pasé, espero tu visita».  En esto soy sincera, no acostumbro pasar de visita.  Si el tema me interesa de verdad, dejo un mensaje acorde a lo que espera de mí el autor de la entrada.  Reconozco que de vez en cuando paso por amistad, por no dejar, y mando un saludo, ¡qué se va hacer, una no es perfecta!, pero prefiero dejar un comentario adecuado al tema.

Y bueno, creo que es todo por hoy.  Que también iba a decir que las entradas largas en extremo, cansan. Y es lo que menos pretendo hacer.

B. Miosi

sábado, 4 de junio de 2011

¿Cómo ser un buen escritor?


Esta pregunta que muchos de los que escriben se deben hacer no es tan fácil de responder.  Empecemos: ¿Qué se debe hacer para ser escritor?: «Escribir». Sería la respuesta adecuada.  Pero resulta que no es tan sencillo. Escribir cualquiera lo hace, desde un niño de primaria hasta un anciano que aún conserve la vista. Ser escritor ya es diferente.  Se trata de hilvanar una serie de acontecimientos narrados de tal manera cuyo interés no decaiga. Un autor exitoso como Stephen King lo dijo en su libro:

Escribe el tímido: «La reunión ha  sido programada para las siete.» Es como si le dijera una vocecita: «Dilo así y la gente se creerá que sabes algo.» ¡Abajo con la vocecita traidora! ¡Levanta los hombros, yergue la cabeza y toma las riendas de la reunión! «La reunión es a las siete.» Y punto. ¡Ya está! ¿A que sienta mejor? Tampoco propongo suprimir del todo la voz pasiva. Supongamos, por ejemplo, que se muere alguien en la cocina, pero que acaba en otra habitación.

Una manera digna de explicarlo es «El cadáver fue trasladado de la cocina y depositado en el sofá del salón.», aunque confieso que el «fue trasladado» y el «fue depositado» siguen poniéndome los pelos de punta. Los acepto, pero no los aplaudo. Preferiría «Freddie y Myra sacaron el cadáver de la cocina y lo depositaron en el sofá del salón». Además, ¿por qué tiene que ser el cadáver el sujeto de la frase? ¡Coño, si está muerto! Bueno, da igual.

Dos páginas seguidas de voz pasiva (las que hay en casi cualquier texto comercial, y en kilos y kilos de narrativa barata) me dan ganas de gritar. Queda fofo, demasiado indirecto, y  a menudo enrevesado. «El primer beso siempre será recordado por mi memoria como el inicio de mi idilio con Shayna.» ¿Qué tal? Un bodrio, ¿no? Hay maneras más sencillas de expresar la misma idea, y con más ternura y más fuerza. Por ejemplo así: «Mi idilio con Shayna empezó con el primer beso. No lo olvidaré.» No es que me encante, por el doble «con», pero al menos nos hemos desmarcado  de la voz pasiva maldita.

¿Y de qué se nutre una persona que desee escribir? —presten atención—: no pregunto: «¿De qué se nutre un escritor?» Porque hablo de una persona que desea ser escritor, los que ya lo son, sabrán de qué se alimentan.  Por otro lado, no me anima mucho el título de “Escritor”.  Todavía siento respeto por ellos y cuando me preguntan «¿A qué te dedicas?» Suelo responder: «A la venta de maquinarias de Taiwán».  Y es la verdad.  Si la conversación se extiende puedo intercalar: «Me gusta escribir». Hasta ahí.

Según King y aunque no lo crean yo también lo he pensado, se nutre de la pregunta en condicional «¿Y si?»:

Una situación con fuerza pone en  entredicho toda la cuestión del argumento, y me parece bien. Casi todas las situaciones interesantes pueden exponerse mediante una pregunta en condicional:
¿Y si los vampiros invadieran  un pueblecito de Nueva Inglaterra?  (El misterio de Salem's Lot)

¿Y si en un pueblo apartado de  Nevada enloqueciera un policía y empezara a matar a cualquier persona que se cruzara en su camino?
(Desesperación)

¿Y sí una asistenta sospechosa  de haber asesinado impunemente a alguien (su marido) fuera acusada de un homicidio que no ha cometido (el de su jefe)? (Dolores Claiborne)

¿Y si una mujer se quedara encerrada en un coche averiado con su hijo pequeño por culpa de un perro rabioso? (Cujo)

¿Y si yo me encontrara de casualidad un manuscrito cuyo autor fuese un desconocido y hubiese muerto antes de publicarlo? ¿Y si el manuscrito fuese mágico? ¿Y si la primera página de ese manuscrito fuese tan buena que no pudiera dejar de seguir leyendo?

Estas preguntas merecen contestaciones que ya de por sí darían origen a una novela.  La última de las preguntas me obligó a escribir la mejor primera página de una novela (según yo), para ser consecuente con la historia que empezaba a surgir.

La famosa crisis editorial que se remonta ya a dos años y algo más es una excusa más que suficiente para que editoriales y agentes tengan una respuesta convincente para rechazar manuscritos, sin embargo, siempre corre alguna noticia de que fulano o zutano está por publicar su segunda novela, y aparecen las preguntas incontestables: ¿Entonces por qué rechazaron la mía?, ¡soy tan bueno o mejor que él(ella)!  

Creo que es preferible en estos casos dedicarse a escribir.  Seguir haciéndolo cada vez mejor y disfrutar de ello, que no es verdad que uno sea la octava maravilla aunque haya publicado una o más veces, que publicar es más un accidente circunstancial que otra cosa y que ¡Válgame Dios! Para poder publicar es necesario tener un buen material entre manos; mayor razón si existen tantos «escritores» haciendo que esto se convierta en una carrera de obstáculos.

Un amigo me dijo recientemente: «El 99% del material que nos envían para evaluación es impublicable.  No comprendo cómo hay tanta gente que dice llamarse escritora y creer que de verdad lo es».  Esto les dará una idea de la cantidad de verdadero talento que existe: 1%.


Hay muchos escritores, algunos de ellos regulares y hasta buenos, pero los verdaderamente geniales son muy pocos.  Por algo será. La genialidad no se aprende, se nace con ella, de allí que cuando leemos sus biografías descubrimos que sus vidas no fueron nada simples.  Fueron especiales, enriquecedoras, sobresalientes, únicas, también fuera del ámbito literario.

Lo mejor de todo es tomarse la escritura como un placer, un disfrute reemplazable solo por la lectura. Leer mucho sin fijarse en los detalles técnicos, solo gozar leyendo, que algo va quedando en el subconsciente, y un poco de ese algo tal vez algún día nos hará ser escritores.  

B. Miosi